6 de marzo de 2014

0,8 g de proteínas diario por Kg de peso corporal. No más.

Una dieta rica en proteínas de origen animal es tan nociva para la salud como lo es el tabaco.

La dieta alta en proteínas provoca casi el doble de probabilidades de morir y cuatro veces más probabilidades de fallecer por cáncer.
Son las proteínas animales: las de origen vegetal no tienen los mismos efectos.
En cambio, comer proteínas moderadamente es bueno para los mayores 65.

Nadie diría que una dieta con demasiadas proteínas puede llegar a ser tan peligrosa como el tabaco. Pero eso es lo que acaban de mostrar investigadores de la Universidad del Sur de California-Davis (Estados Unidos). Una dieta rica en proteínas de origen animal en la mediana edad provoca cuatro veces más probabilidades de morir por cáncer que una dieta baja en proteínas. Este factor de riesgo de mortalidad es comparable al que causa el tabaco.

Según se desprende del estudio, realizado en una amplia muestra de adultos durante casi dos décadas y publicado en Cell Metabolism, la dieta alta en proteínas durante la mediana edad provoca casi el doble de probabilidades de morir y cuatro veces más probabilidades de fallecer por cáncer. Sin embargo, la ingesta moderada de este tipo de proteínas es buena para las personas una vez superados los 65 años.

"La cuestión no es si una determinada dieta te permite sentirte bien durante tres días, sino si te ayudará a vivir hasta los cien años", subraya el autor del análisis, Valter Longo, profesor de Biogerontología en la Escuela de Gerontología la USC Davis y director del Instituto de Longevidad del mismo centro universitario.

Las personas que comen muchas proteínas de origen animal, incluyendo la carne, la leche y el queso, también son más susceptibles a una muerte temprana, en general. Los amantes de la proteína analizados en este trabajo presentaban un 74% más de probabilidades de morir por cualquier causa durante el periodo de estudio que sus contrapartes, que ingerían cantidades más bajas de proteínas. También tenían varias veces más probabilidades de morir de diabetes.

El estudio muestra que mientras que la ingesta elevada de proteínas durante la mediana edad es muy dañina, resulta protectora para adultos mayores: las personas mayores de 65 años que llevaron una dieta de alto o moderado valor proteico eran menos susceptibles al cáncer.

Fundamentalmente, los investigadores encontraron que las proteínas de origen vegetal no parecen tener los mismos efectos de mortalidad que las animales. Las tasas de cáncer y muerte tampoco parecen verse afectadas por el control de los hidratos de carbono o el consumo de grasa, lo que sugiere que la proteína animal es la principal culpable.

Los hallazgos de Longo apoyan las recomendaciones de varias agencias de salud que conducen a consumir alrededor de 0,8 gramos de proteína por kilogramo de peso cada día en la mediana edad. Por ejemplo, una persona de unos 59 kilogramos debe comer alrededor de 45 a 50 gramos de proteína al día, con preferencia por los derivados de las plantas, tales como legumbres, detalla Longo.

Los investigadores definen una dieta "rica en proteínas" la que tiene al menos el 20% de calorías provenientes de proteínas, incluyendo proteínas animales y de origen vegetal. Una dieta "moderada" en proteínas incluye entre un 10 y un 19% de calorías provenientes de proteínas y una dieta "baja en proteínas" incluye menos de un 10% de estos nutrientes.

Las personas que consumían una cantidad moderada de proteínas tenían todavía tres veces más probabilidades de morir de cáncer que los que consumieron una dieta baja en proteínas en la mediana edad, según el estudio. En general, incluso un pequeño cambio de disminución de la ingesta de proteínas de niveles moderados a bajos niveles rebajó la probabilidad de muerte prematura en un 21%.

FUENTE: AGENCIA EFE