30 de marzo de 2014

Ébola: un virus por ahora mortal.

Ébola: un virus letal.

Una infección con el virus que produce fiebre hemorrágica termina, por lo general, con la muerte. Hasta ahora no hay ni vacuna ni medicamento que pare el mal, y en su investigación privan estrictas medidas de seguridad.

El 90% de las personas que contraen ébola mueren. El virus aparece, sobre todo, en pueblos de África Central y Occidental; en países como la República Democrática del Congo, Sudán, Gabón, Costa de Marfil, Uganda, Liberia y en Guinea. En estos dos últimos países ha reaparecido actualmente.

Allí, unas 60 personas han muerto en el transcurso de los últimos 30 días, víctimas de la infección. El virus del ébola es traspasado de persona a persona a través de las secreciones líquidas y no a través del aire.

Así que una infección solo tiene lugar si hay contacto directo con la persona portadora del virus. Las personas que asistan a un paciente con ébola pueden contagiarse. Por ello, el mal se extiende a menudo en los propios hospitales.

El virus también puede traspasar barreras en casos como en los que en velorios los dolientes - para despedirse - tocan a los difuntos que han muerto víctimas del ébola. También los animales portadores del virus pueden transmitir el mal a otros animales y a personas que tengan contacto con éstos.

Zorros voladores en ciudades

Los llamados “zorros voladores”, que en África también pueblan ciudades, son considerados unos de los mayores transmisores del ébola porque aunque portan el peligroso virus toda su vida y nunca desarrollan los síntomas de la infección.

El virus del ébola proviene de las selvas de África Central y Asia del Sur y pertenece a la especie de los filovirus porque, como se puede observar en microscopios electrónicos, el virus se compone de hilos largos y delgados. A pesar de que hay varias subespecies del virus del ébola, las pocas que son peligrosas también pueden ser mortales.

¿Cómo se manifiesta una infección?

Una persona que ha adquirido el virus del ébola empieza a sentir los síntomas después del segundo día de la infección o 21 más tarde. La enfermedad se manifiesta con debilidad, dolor de cabeza y musculares, así como escalofríos. Los pacientes pierden además el apetito. Luego vienen calambres estomacales, diarrea, vómitos y trastornos de la coagulación.

La llamada “fiebre hemorrágica” se presenta con hemorragias internas que afectan el tracto digestivo, el bazo y los pulmones. Una complicación que conduce a la muerte.

Sin terapia

Hasta ahora no hay ni una vacuna con la cual prevenir una infección con el virus del ébola, ni un tratamiento que lo elimine del cuerpo. La única posibilidad de evitar una epidemia es previniéndola. Es necesario introducir o mantener estrictas normas de higiene, desde llevar guantes hasta guardar cuarentena.

El virus del ébola fue descubierto en 1976 en la República Democrática del Congo. Desde esa fecha, en diversos países africanos ha habido 15 brotes epidémicos registrados por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Más de 1.300 personas han muerto víctimas del ébola, desde la misma fecha.

FUENTE: dw.de/spanish/