8 de octubre de 2014

JÓVENES ESTÚPIDOS Y EL LÍQUIDO DE FRENO.

Preocupa el aumento del consumo de líquido para frenos entre los jóvenes.

En los últimos meses se vislumbró una preocupante tendencia en aumento acerca de nuevos productos que consumen los adolescentes. Uno de ellos es el "líquido para frenos". Su componente principal se llama etilenglicol, que es un químico inodoro, incoloro y con sabor dulce que se encuentra, además, en anticongelantes y detergentes.

El doctor Alberto Davidovich, titulado en las especialidades de Cardiología y en la de Medicina de Emergencias y Desastres, resaltó que "el primer síntoma de ingestión de esta sustancia es similar a la que causa el consumo de alcohol como borrachera, náuseas y dificultades para hablar", sin embargo alertó sobre los efectos severos que también conlleva, los cuales se manifiestan en convulsiones, ceguera, sordera, hepatitis tóxica e insuficiencia renal.

Según los expertos, el límite de ingesta de lo que conocemos como "líquido de frenos" que puede llegar a tolerar una persona es de hasta un centímetro cúbico por kilo, en tanto, que ingerir por encima de los 120 centímetros cúbicos puede ser mortal.

Asimismo Davidovich, también director médico del Grupo Emerger, explicó que "una sobresdosis de etilenglicol puede causar daño al cerebro, los pulmones, el hígado y los riñones, las alteraciones que provoca pueden ser tan graves que pueden provocar un shock profundo, insuficiencia del órgano y la muerte".

La larga lista de síntomas que puede provocar en una persona el consumo de la sustancia alcanza pulmones y vías respiratorias; vejiga, riñones, ojos, oídos, nariz y garganta; músculos, articulaciones, sistema nervioso, problemas cutáneos y gastrointestinales, además de cambios en la sangre, conllevando cambio en el equilibrio ácido-básico del cuerpo, lo cual puede llevar a insuficiencia de órganos, latidos cardíacos rápidos y presión arterial baja.

"Clínicamente puede manifestarse por una disminución del nivel de consciencia (letargia), un estado comatoso (debido a la depresión del sistema nervioso central) e insuficiencia renal aguda", describió el médico.

Respecto de la toxicidad de la sustancia, Davidovich explicó que "la ingestión de cantidades sumamente altas de etilenglicol puede causar la muerte, en tanto que cantidades elevadas pueden producir náusea, convulsiones, dificultad para hablar, desorientación, y problemas en el corazón y el riñón."

"El etilenglicol afecta a la química del organismo aumentando la cantidad de ácido, lo que produce problemas metabólicos. La intoxicación se presenta como depresión del sistema nervioso central e irritación en el sitio de absorción inicialmente, seguido de acidosis metabólica e hipocalcemia. Puede causar sordera, ceguera y puede dejar grandes secuelas cerebrales, y a grandes dosis producir la muerte. Es un disolvente orgánico con actividad nefrotóxica. Puede ocasionar necrosis tubular aguda que si no se trata a tiempo, puede desencadenar una insuficiencia renal crónica y posteriormente la muerte", amplió el médico.

En tanto, sobre las recomendaciones al enfrentarnos a un caso de estas características, Davidovich fue contundente: "Lo primero que hay que hacer es buscar asistencia médica inmediata, no provocarle el vómito a la persona".

Cabe destacar respecto del pronóstico que la ingesta de etilenglicol puede producir la muerte en las primeras 24 horas. Si el paciente sobrevive, es posible que haya poca orina o ausencia de producción de ésta por algunas semanas antes de que los riñones se recuperen. Cualquier daño cerebral puede ser permanente, al igual que la pérdida visual o la ceguera. En tanto, frente a la ingesta de metanol, por su extrema toxicidad, con tan sólo dos cucharadas puede causar la muerte en un niño y 228 gramos en un adulto.

FUENTE : infobae.com