18 de noviembre de 2014

LIPOSOMAS Y ANTIBIÓTICOS.

Se vislumbra una alternativa a los antibióticos.

Investigadores han desarrollado una nueva sustancia que podría combatir infecciones: liposomas atraen las bacterias, y así el sistema inmunológico puede seguir trabajando. Algunos médicos se muestran escépticos.

En la lucha contra las infecciones bacterianas probablemente se ha logrado un avance. Un estudio publicado en la revista Nature Biotechnology presenta una nueva sustancia, creada artificialmente. Sus descubridores hablan de una alternativa a los antibióticos.

La resistencia a estos es un problema cada vez mayor a nivel mundial. En un informe del año 2014, la Organización Mundial de la Salud (OMS) advierte que la resistencia a los antibióticos ya es una realidad.

Si bien todas las sustancias pasan por una fase de prueba de varios años antes de llegar al mercado, la empresa Lascco ya ha anunciado estudios clínicos para el próximo año. Sin embargo, algunos médicos y científicos dudan que la nueva sustancia pueda sustituir a los antibióticos.

“Un anzuelo irresistible”

Los científicos desarrollaron nanopartículas artificiales a base de grasas, llamadas liposomas. Estas tienen una estructura circular y son utilizadas en la medicina para introducir ciertos medicamentos en los cuerpos de los pacientes. Las membranas artificiales llamadas “CAL02” serían inoculadas en el cuerpo de una persona que sufre una fuerte infección bacteriana. En el cuerpo, las membranas atraen las sustancias tóxicas que son producidas por bacterias patógenas.

“Las sustancias tóxicas se aliarán con los liposomas en vez de atacar nuestras células. Así se podrán eliminar estas sustancias”, explica Annette Draeger, coautora del estudio. Las bacterias producen las sustancias tóxicas para atacar nuestras células inmunológicas. Si logramos eliminar estas sustancias tóxicas, ayudaríamos a nuestro sistema inmunológico a protegernos de agentes patógenos.

Este “sistema de anzuelo” se descubrió más bien por casualidad, cuenta Draeger en entrevista con DW. El equipo de científicos, del Instituto de Anatomía de la Universidad de Berna, estaba investigando cómo las células reparan sus membranas después de un ataque de sustancias tóxicas de origen bacteriano.

Eduard Babiychuk, coautor del estudio, describe los liposomas como “anzuelos irresistibles” para las sustancias tóxicas de origen bacteriano: “Como por arte de magia, los liposomas atraen las toxinas”.

Crece resistencia a los antibióticos

Los antibióticos existen desde hace aproximadamente cien años. Pero para un organismo con una vida tan corta como las bacterias, esto se corresponde con muchos millones de generaciones. Las bacterias se han adaptado a su nuevo entorno, por ejemplo, haciéndose resistentes a los antibióticos.

Según la OMS, en muchos casos se prescriben antibióticos contra infecciones virales contra las que, sin embargo, no son eficaces. Además, los pacientes dejan de tomar los antibióticos cuando se empiezan a sentir bien, en vez de terminar el tratamiento. También el uso excesivo de antibióticos en la cría masiva de animales parece aumentar la resistencia de las bacterias.

En el año 2012, la OMS registró más de 450.000 casos de tubreculosis resistente. Asimismo, ha aumentado la resistencia a infecciones bacterianas más comunes, como infecciones de las vías urinarias, neumonía o intoxicación de la sangre. La resistencia a los antibióticos afecta seriamente sobre todo a personas enfermas y heridas. La cepa del SARM, por ejemplo, ya se extiende por los hospitales, y muchas veces lleva a la muerte.

Sin embargo, algunos médicos ven con escepticismo el tratamiento con liposomas. Frank Martin Brunkhorst, director médico de la Universidad de Jena, duda del método: “No estoy seguro de si realmente vaya a funcionar”. Brunkhorst ha supervisado varios estudios con liposomas y fosfolípidos. El principal problema es que los liposomas no matan completamente las bacterias. “Cuando termina el tratamiento con liposomas, las toxinas podrían ingresar nuevamente en el sistema circulatorio”, explica.

FUENTE: http://www.dw.de/spanish/