28 de febrero de 2015

JÓVENES Y PÉRDIDA DE AUDICIÓN.

Más de 1.100 millones de jóvenes en riesgo de perder la audición por usar auriculares a volumen ALTO.

Más de 1.100 millones de jóvenes en el mundo están en riesgo de sufrir pérdidas de audición a causa de prácticas inseguras de escucha, como usar dispositivos electrónicos y auriculares reiteradamente y a un volumen más alto al recomendado, según un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS). El estudio, publicado hoy, alerta que actualmente ya hay más de 43 millones de jóvenes de entre 12 y 35 años con discapacidades auditivas.

En los países de ingresos medios y altos, casi el 50% de los jóvenes de entre 12 y 35 años escuchan sus dispositivos electrónicos (MP3, teléfonos móviles y otros) a niveles inseguros.

Cerca de un 40% de estos mismos jóvenes están expuestos potencialmente a niveles excesivos de ruido en discotecas, bares y eventos deportivos, precisó la agencia EFE.

El estudio definió niveles de sonido inseguros a estar expuesto a 85 decibeles (dB) durante más de 8 horas o a 100 decibeles (el nivel medio en una discoteca) durante 15 minutos.

 Ante esa realidad, y para evitar mayores riesgos y daños, la OMS sugiere cinco acciones fáciles y prácticas: bajar el volumen de los dispositivos (y colocarlos a un máximo de un 60 % de su capacidad); limitar el tiempo de exposición a actividades ruidosas; estar atento a los signos de pérdida de audición, como silbidos en los oídos, o detectar dificultades de escucha tras estar expuesto a ruido.

También acatar los niveles de sonido recomendados por los propios dispositivos electrónicos, como las aplicaciones de los teléfonos celulares; e ir regularmente al otorrinolaringólogo.

Asimismo, la agencia sanitaria de Naciones Unidas sugiere a los padres y profesores que eduquen a los jóvenes sobre los riesgos de niveles de sonido inseguro.

La OMS propone a los compañías que fabrican dispositivos electrónicos que incluyan en sus diseños niveles seguros de audición y que informen de los riesgos de incumplirlos.

A los centros de ocio y de deportes se les insta a reducir el volumen, ofrecer tapones a los clientes y a ofrecer espacios sin ruido.
Finalmente, la OMS urge a los gobiernos a que modifiquen la legislación para limitar el ruido en actividades recreativas.

FUENTE : TÉLAM

27 de febrero de 2015

MÁS INSCRIPTOS EN INGENIERÍA QUE EN SOCIALES. ARGENTINA.

Por primera vez, hay más inscriptos en la Facultad de Ingeniería que en la de Sociales
Los datos surgen de la cantidad de inscritos en el CBC; la matrícula de Ingeniería crece 3% desde hace tres años; aún así, no está entre las cinco más elegidas por los estudiantes.

"Que el Siglo XXI sea el de 'mi hijo el ingeniero'", había asegurado la presidente Cristina Kirchner durante el lanzamiento del plan para la formación de ingenieros, anunciado en noviembre del 2012. Tres años después, por primera vez la cantidad de inscritos en carreras de Ingeniería supera a las de la facultad de Sociales en la UBA.

Según los últimos datos del Ciclo Básico Común (CBC), difundidos por Clarín, el primero de abril empezarán a cursar 3215 alumnos con el sueño de ser ingenieros. Mientras tanto, en las aulas de las carreras de sociales habrá 2797 ingresantes eligieron carreras sociales. El número es histórico, porque la matrícula para las ingenierías siempre era menor.

"Esto se debe a políticas activas del gobierno nacional", manifestó el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, durante la conferencia de prensa de esta mañana en Casa Rosada. El funcionario aseguró que "Argentina necesita más ingenieros" y destacó que el Estado invierte 42 mil millones de pesos en el sistema universitario.

Aunque todavía faltan inscriptos, por los estudiantes que todavía no terminaron de rendir las materias pendientes para egresarse, desde el CBC informan que la tendencia va a mantenerse.

La matrícula de Ingeniería crece un 3 por ciento anual desde hace tres años, según estadísticas del Ciclo Básico Común. Para Jorge Ferronato, director del CBC, esto se debe a la "promoción de las carreras científicas y tecnológicas que viene realizando la UBA en las escuelas medias y técnicas".

INCENTIVOS PARA LAS CARRERAS TÉCNICAS

En noviembre del 2012, la presidente Cristina Kirchner anunció el lanzamiento del Plan Estratégico para la Formación de Ingenieros 2012-2016, que prevé llegar a un ingeniero cada cuatro mil habitantes en 2016.

Además, el Gobierno lanzó dos mil becas para estudiantes de carreras de Ingeniería, que se suman a las 12 mil vigentes en la actualidad y entregó a las provincias fondos para el fortalecimiento de la educación técnica.

"Necesitamos más ingenieros para tener industria, trabajo, investigación y desarrollo", había asegurado la mandataria.

En Argentina se reciben 300 ingenieros cada 1.000 abogados, según indica un informe del Centro de Estudios de la Educación Argentina (CEA), de la Universidad de Belgrano. "Nuestra graduación en estas áreas es inferior a la de los países industrializados, pero también a la de países latinoamericanos como México, Colombia, Chile, El Salvador y Panamá", afirmó a Clarín Alieto Guadagni, director del CEA.

LAS CARRERAS MÁS ELEGIDAS

Las carreras universitarias más elegidas por los estudiantes argentinos son las mismas hace más de diez años. Encabeza la lista Medicina, con 6057 inscriptos para empezar en 2015. Le siguen Psicología (4039), Abogacía (3867), Contador Público (2581), Administración de Empresas (2116) y Arquitectura (2018).

FUENTE : DIARIO LA NACIÓN.

COMO PROCESAMOS LO QUE VEMOS?

Todo depende del cerebro con que se mira el mundo.

El cerebro destina aproximadamente el 25% de su actividad y más de 30 áreas distintas para la percepción visual.

El cerebro visual no retrata la realidad como una máquina de fotos sino que le otorga un significado a las imágenes (tanto en forma consciente como no consciente).

El ojo captura información incompleta del mundo externo a partir de una imagen que no es 100% fidedigna: retiene lo más importante y descarta detalles más triviales.

El cerebro es, en realidad, el órgano que le da sentido a esta información.

El proceso de percepción, no sólo para la visión sino para todos los sentidos, se lleva a cabo de manera organizada y jerárquica: cada sistema va pasando por distintas “estaciones” en el cerebro de donde se extraen diversos patrones de información imprescindibles para poder percibir el mundo que nos rodea y, a medida que ésta pasa de una estación a la siguiente, se complejiza.

El proceso de percepción comienza en el nivel de los receptores sensoriales. La retina se encuentra en la parte posterior del ojo y contiene células especializadas denominadas “fotorreceptores” que perciben variaciones en la luz y convierten la energía óptica en energía eléctrica. La información converge finalmente en el nervio óptico, que es el encargado de enviarla, a través de varias áreas cerebrales, hacia la llamada “corteza visual primaria”, en el lóbulo occipital. En esta parte del cerebro se complejiza más la información: el procesamiento secuencial por distintas porciones de la corteza visual extraerá datos sobre el movimiento, sobre tonos del color, el brillo, sobre la existencia de ángulos bruscos o redondeados, etc. Por ejemplo, algunas células responden a líneas en direcciones determinadas: las que responden a las líneas verticales no se activan frente a líneas en otras direcciones. Existen circuitos que nos dan información del “dónde” (permitiéndonos así ubicar objetos en el espacio) y otros sobre el “qué” (aportando datos sobre la forma y características de los objetos para poder identificarlos).

Por otra parte, la percepción de caras es un caso particular ya que existen estructuras cerebrales específicas dedicadas a este proceso más allá de las áreas destinadas a la percepción visual. Toda esta especialización permite que obtengamos detalles muy complejos del contexto.

La corteza visual también puede activarse en ausencia de visión. Si uno cierra los ojos y piensa en una imagen, ésta responde en forma similar a cuando uno efectivamente está percibiendo. Asimismo, diversos estudios han demostrado que la corteza visual se activa cuando los ciegos leen con el sistema braille. Durante una alucinación (percepción de un estímulo que en realidad no existe), las áreas cerebrales funcionan como si hubiera un estímulo, y esto es lo que hace que parezcan tan reales y vívidas. Las ilusiones ópticas, es decir, la distorsión de nuestra percepción, muchas veces resultan de inferencias que hace nuestro cerebro para rellenar espacios de información que no logró extraer del mundo exterior.

Existen períodos críticos, principalmente hasta los 3 o 4 años, en los que se produce la mayor organización de las redes neuronales visuales. Antiguamente se creía que si uno no tenía estimulación visual antes de este período crítico, ya no podía recuperarse la capacidad visual. Hoy sabemos que la plasticidad cerebral permite compensar algunos déficits iniciales.

La actividad cerebral que crea una percepción del mundo visual traduciendo patrones de luz y colores en objetos y eventos es, quizá, uno de los actos creativos más sofisticados. Por eso, más que del cristal, todo parece depender del cerebro que interpreta lo que se mira.

*Director del Instituto de Neurología Cognitiva (INECO) y del Instituto de Neurociencias de la Fundación Favaloro. Presidente del Grupo de Investigación en Neurología Cognitiva de la Federación Mundial de Neurología.

FUENTE : Diario La Nación / Facundo Manes