11 de abril de 2015

ESTUDIAN EN ARGENTINA LA SOLUCIÓN A LA DIABETES.

La célula, una minúscula porción de vida, puede, a través de procesos químicos, cambiar su morfología y reprogramarse para nuevas funciones vitales, es decir, reprogramarla, para llegar a una célula madre embrionaria por medio de la expresión de cuatro genes.

Este tipo de células madre artificiales tienen la propiedad de dividirse y generar más unidades del mismo tipo, además de madurar o diferenciarse en piel, músculo o sangre.

El doctor Federico Pereyra Bonet, biólogo argentino y especialista en clonación, realiza trabajos en reprogramación de células madre. Su especialización como becario post doctoral en el Instituto de Ciencias Básicas y Medicina Experimental del Hospital Italiano, en Buenos Aires, es la de convertir células de la piel de pacientes diabéticos en células pancreáticas para que puedan producir insulina.

La diabetes es una enfermedad que afecta a más de 8 millones de personas en Argentina. En particular, la diabetes tipo I es una enfermedad que provoca la autodestrucción de las células productoras de insulina del paciente. La glucemia en estos pacientes debe manejarse mediante inyecciones de insulina, sin embargo, no es posible el control preciso de la glucemia y los pacientes sufren problemas asociados a complicaciones renales, oculares y circulatorias. El trasplante de páncreas o de islotes pancreáticos es otra estrategia para tratar la diabetes tipo I, pero la cantidad de donantes cadavéricos es muy inferior a la cantidad de pacientes que necesitan el trasplante.

La decisión de trabajar sobre la diabetes tipo I, contó Pereyra Bonet, se debe a que esta enfermedad afecta a un solo tipo de célula, las beta. De esta manera, su línea de pensamiento pasó por definir primero qué enfermedades eran candidatas para direccionar su investigación.

Este estudio está basado en buscar las moléculas que modifiquen la expresión genética de la célula y en cambiar los genes de una célula de la piel para transformarla en una célula pancreática, “el gen contiene la información, pero la proteína es la punta de lanza, entonces le metemos el producto de un gen que es la proteína y con esto no estamos haciendo transgénesis”, explica Pereyra Bonet.

El proyecto constituye un concepto nuevo, además de ser un desarrollo innovador en la tecnología celular, vanguardista y sobre todo de manufactura argentina.

“Cuando se hace un ensayo in vitro y se presentan los resultados en comités, o en agencias de regulación, todo queda registrado y se van poniendo evidencias, además de las publicaciones que evaluadores de diferentes partes del mundo realizan. Ese registro sirve porque se expone el proyecto a especialistas”, afirma Pereyra Bonet. Además de regulaciones para establecer un protocolo, por ejemplo, usar productos libres de cultivo de origen animal, no usar suero de vaca, que es muy común para cultivos celulares y usar suero humano.

“Todos los elementos que se usan tienen que tener trazabilidad”, enfatiza el investigador sobre las condiciones en las que trabaja el laboratorio. Ante este nuevo descubrimiento, lo que queda es comprobar y llegar a esas moléculas que actúan sobre el gen para activarlos y retransformar la célula sin que intervengan agentes exógenos que puedan provocar tumores. Este procedimiento es denominado reprogramación celular.

Durante las pruebas realizadas en laboratorio, el trasplante intrapancreático de las células transdiferenciadas productoras de insulina protegió a los ratones de la pérdida de peso y de los altos picos de glucemia en comparación con los controles. Asimismo, la detección de insulina humana en el suero de los ratones y la capacidad de aumentar la secreción de insulina en respuesta a diferentes niveles de glucosa demuestran un grado de madurez y funcionalidad de las células trasplantadas.

Estos resultados son sumamente alentadores para el equipo de investigación y para los avances esperados en su desarrollo. Cabe destacar que mediante un análisis macroscópico no se observaron estructuras que se asemejen a tumores asociados al implante. Esto último hablaría de una mayor seguridad clínica si se comparan estas células transdiferenciadas con algunos tipos de células madre donde ha sido reportado la alta incidencia de formación de teratomas.

De esta manera, estos nuevos resultados sugieren que es posible transformar células de la piel de pacientes diabéticos en células productoras de insulina, ya que una vez trasplantadas en ratones “diabetizados” se ha observado que pueden reemplazar algunos síntomas de la diabetes. Nuevos ensayos se están llevando a cabo persiguiendo la reversión total de la diabetes en este modelo pre-clínico. A mediano plazo se podrá pensar en un tratamiento biológico para pacientes con diabetes.

El grupo de investigadores del Instituto de Ciencias Básicas y Medicina Experimental del Hospital Italiano de Buenos Aires está conformado actualmente por los doctores Federico Pereyra Bonnet; el bioquímico Marcelo Ielpi; Johana Cardozo, Nelson Rueda y la estudiante Carla Giménez, dirigidos por Pablo Argibay.

Fuente: www.invdes.com.mx