10 de septiembre de 2014

COMER SANO Y BARATO.

Inflación: ¿cómo impacta en la salud el cambio de menú familiar?

Mes a mes los argentinos nos encontramos con nuevas subas en los precios: ya no sorprende encontrar en las góndolas de los supermercados productos cuyo precio se modifica periódicamente. El retroceso del salario frente a estos aumentos nos obliga a repensar el modo en que administramos nuestros ingresos, optando por alimentos más económicos y rendidores para conformar el menú familiar. ¿Cuáles son las opciones más baratas? ¿Es posible conformar un menú saludable cuidando el bolsillo?

Subas y bajas

De acuerdo a información proporcionada por la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes (CICCRA), entre enero y julio el consumo de carne por habitante descendió un 4,7% en comparación con el mismo período del 2013. Si contrastamos con números registrados hace cinco años, el consumo ha mostrado un descenso del 13,2%. Esta baja en el consumo está directamente relacionada con un encarecimiento del producto, que tuvo un incremento del 50% en el último año, en contraposición con un marcado descenso del poder adquisitivo de los salarios.

De esta manera, los argentinos hemos adaptado nuestro paladar a la realidad económica que atraviesa el país, optando por cortes más económicos.

Un artículo publicado por Diario Clarín señala que los argentinos también estamos cambiando otro de los alimentos básicos: la leche. Según estadísticas arrojadas por la consultora Kantar Worldpanel, la compra de lácteos registró un descenso del 5% en el primer trimestre. La principal baja se observa en leches cultivadas, postres para chicos y quesos duros y especiales.

Mientras el consumo de carnes y lácteos se retrae, las ventas de productos más económicos registra importantes aumentos en sus cifras: se estima que el consumo de pollo presentaría un aumento del 12% este año. Otro producto cada vez más elegido por los argentinos son los fideos secos, cuyas ventas crecieron más del 10%.

Las frutas y verduras también sufren el impacto de la inflación: los consumidores eligen los productos con mayor prudencia y se inclinan por la papa, el zapallo y la zanahoria.

¿Bueno y barato?

Con estos cambios que registra el menú familiar es bueno preguntarse, por ejemplo, si el cambio de carnes rojas por carnes blancas, como el pollo, tiene un impacto en nuestra salud, ya que es sabido que las carnes rojas son ricas en minerales, proteínas y vitaminas esenciales, mientras que las carnes blancas se caractarizan por tener grasas poliinsaturadas saludables para nuestro cuerpo.

Especialistas en nutrición aseguran que comer sano sin descuidar el bolsillo es posible: una dieta con poca carne, muchas verduras y muchas legumbres es una excelente forma de comer en forma saludable y sin perder el disfrute por la comida.

En tiempos en los que la economía aprieta, es necesario priorizar lo barato y lo sano. Para ello debemos aprovechar los ingredientes de temporada y evitar los enlatados. Debemos procurar satisfacer las necesidades de nuestro cuerpo, incorporando proteínas, grasas buenas, vitaminas y minerales. Por eso se recomienda partir de la base, que son los hidratos de carbono, que encontramos en arroz, lentejas y fideos. La polenta es también una excelente alternativa y la harina es accesible y sirve, por ejemplo, para hacer unos sabrosos ñoquis.

Un guiso de legumbres acompañado con arroz, por la proteína, es un excelente almuerzo. Especialmente si optamos por arroz integral. El huevo es también una excelente elección para incorporar a nuestras comidas: además de ser un producto de bajo costo, podemos usar la yema y comer un huevo día por medio. El huevo aporta proteínas y grasas buenas.

A la hora de aportar vitaminas y minerales, debemos elegir frutas y verduras frescas de temporada. Así, incorporando ensaladas a nuestro menú, acompañadas por una fruta de postre, estamos incorporando vitaminas esenciales sin gastar una fortuna. La leche, por otra parte, es una excelente fuente de calcio, mientras que las semillas de zapallo aportan zinc y las lentejas y espinacas proporcionan hierro. De este modo le damos a nuestro cuerpo el combo de minerales esenciales que son el calcio, el zinc y el hierro.

Como siempre señalamos en Salud.com.ar, ante la menor duda lo ideal es consultar con un especialista, que podrá guiarnos en la elección de productos saludables y económicos para comer rico y sano sin gastar una fortuna.

FUENTE : salud.com.ar