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VIAGRA FEMENINO - PRESIONES VS CIENCIA. |
27 de agosto de 2015
VIAGRA FEMENINO - NI ES VIAGRA NI SE PARECE.
13 de junio de 2015
TRASPLANTE DE PENE A UN AFRICANO.
Realizan con éxito primer trasplante de pene.
Un joven sudafricano de 21 años que fue sometido al primer trasplante de pene exitoso en el mundo será padre pocos meses después de la operación, anunció su médico este viernes. La intervención se realizó en diciembre tiempo después de sufrir una amputación tras una fallida cirugía de circuncisión.
Andre van de Merwe, el urólogo que estuvo a cargo de la delicada intervención que se realizó en Ciudad del Cabo, fue el encargado de difundir la noticia: “(El paciente) me informó que su compañera estaba embarazada”, declaró y no ocultó su sorpresa por la rapidez con que llegó el embarazo.
El profesional recordó que “nada impedía que el paciente tuviera hijos, ya que la calidad del esperma no se había visto afectada. Estamos contentos de que no haya habido complicaciones y de que su pene funcione correctamente”, añadió.
En marzo, el equipo médico informó que el paciente había recobrado todas las funciones urinarias y sexuales de su órgano, amputado tres años antes tras una circuncisión tradicional que salió mal. Esta costumbre, que generalmente conlleva complicaciones que pueden llegar a ser mortales, se practica en niños y jóvenes como un rito de paso a la edad adulta en algunas partes de Sudáfrica.
Van der Merwe aseguró que, desde la operación, su equipo se ha visto inundado con peticiones de hombre que sufrieron amputaciones similares. “Ahora mismo tenemos a nueve pacientes en nuestro programa”, dijo, incidiendo en que encontrar a donantes de pene sería uno de los desafíos, como es el caso con cualquier otro órgano. “No pensé que fuera fácil, pero ahora creo que otros darán un paso al frente gracias a este caso”, se felicitó.
Fuente: Clarín
27 de mayo de 2015
DOCTOBACTERIAS QUE ORIGINAN ORINA ROJA AVISANDO DISTINTAS ENFERMEDADES.
Una bacteria transgénica diagnostica cáncer en la orina.
La bacteria Escherichia coli es un ser vivo sencillo –tiene unos 4.300 genes- y vulgar –abunda en el intestino de aves y mamíferos, y por ello también en sus heces, normalmente, sin provocar mayores problemas-. Pero tras manipular convenientemente su genoma en el laboratorio es capaz de abandonar su papel (colaborar en el proceso digestivo) y asumir funciones complejas reservadas a sofisticados equipos de diagnóstico por imagen (TAC, resonancias magnéticas, tomografía por emisión de positrones) como la identificación de metástasis en el hígado de ratones. Si hay un tumor, el microorganismo lo señala con la coloración de la orina. "Han convertido las bacterias en bactodoctores", resume el especialista en biología sintética de la Universitat de València (UV) Manuel Porcar.
Un grupo de la Universidad de California (San Diego) y el Massachusetts Institute of Technology(MIT) describe en Science Translational Medicine cómo han transformado una cepa de la bacteria en una herramienta de diagnóstico viva. La misma publicación recoge el trabajo de otro equipo, formado por investigadores de la Universidad de Stanford y de Montpellier, que, a través de una estrategia diferente, ha manipulado la E. coli para que identifique la presencia de glucosuria –exceso de glucosa ligada a la diabetes- también en la orina. En ambos casos, como detalla Porcar, investigador del Institut Cavanilles de Biodiversitat i Biologia Evolutivade la UV, el esquema empleado es el mismo: incorporar un número determinado de genes en la estructura de la bacteria para, primero, detectar una alteración del metabolismo sano –exceso de glucosa, un tumor- y, ante esta circunstancia, ser capaz de emitir una señal medible –normalmente con una coloración o una luminiscencia-.
La metástasis en el cáncer de hígado es especialmente difícil de detectar prematuramente mediante técnicas de diagnóstico por imagen y, cuando da la cara, frecuentemente es demasiado tarde para garantizar el éxito del tratamiento. Este órgano suele ser el principal destino hacia donde se diseminan otros tumores, como el colorrectal, de mama o de páncreas. De ahí el interés de los investigadores por diseñar un mecanismo que permita la identificación temprana de las neoplasias hepáticas mediante microorganismos modificados.
Los investigadores partieron de una característica que tienen bacterias como la E. coli: su capacidad de abrirse paso desde el tracto intestinal hacia el hígado y su afinidad por unirse al tejido tumoral y colonizarlo. “Nadie sabe con detalle por qué sucede, probablemente tenga que ver con la falta de actividad del sistema inmunitario y la abundancia de nutrientes en la zona”, comenta Arthur Prindle, uno de los autores del trabajo que ha dirigido Tal Danino (del MIT) y Jeff Hasty (de laUCSD).
Trabajaron con la subespecie de E. coli Nissle 1917, conocida por sus propiedades probióticas (microorganismos que en determinadas cantidades aportan beneficios a las personas, como las famosas Lactobacillus casei o bífidus introducidas en los lácteos). Es tan fácil de adquirir que se vende por Internet y su uso se recomienda para el tratamiento de la colitis ulcerosa, nada que ver con la función final adquirida tras la reinvención genética a la que ha sido sometida.
La primera parte del trabajo, encontrar la forma de que la bacteria se dirigiera al hígado, ya estaba resuelta. Si detectaba el tumor, lo colonizaría. Ahora faltaba que la bacteria –administrada en una píldora- fuera capaz de lanzar una señal en cuanto detectara tejido neoplásico. Para ello desarrollaron un complejo mecanismo en cadena. Insertaron en la bacteria un fragmento de ADN que produce una enzima (lacZ). Y desarrollaron un compuesto inyectable (galactosa unida a luciferina, una proteína luminiscente producida por las luciérnagas). La enzima se une al compuesto, lo fractura y libera la luciferina, que se filtra a través de los riñones y se expulsa por la orina. Es decir, si hay tumor, hay colonias de bacterias. Si hay bacterias hay producción enzimática. Y si hay enzimas, liberan la luciferina a la orina, una proteína que se puede detectar en sencillos test de laboratorio.
Los científicos recurrieron a ratones a los que indujeron tumores en el hígado para comprobar el procedimiento. Si las metástasis estaban presentes, debido a la reacción en cadena, la orina del ratón era roja.
El otro trabajo sigue una estrategia es radicalmente distinta. La bacteria modificada genéticamente no trabaja dentro del organismo, sino en unas esferas cubiertas de gel que se exponen a la orina y en función de la mayor o menor presencia de glucosa adquieren diferentes tonalidades, algo muy parecido a como funcionan los test de embarazo convencionales. En este caso, los investigadores han empleado las herramientas de la biología sintética para replicar estructuras de circuitos electrónicos que, en lugar de responder a impulsos eléctricos lo hacen a sustancias químicas.
“Aunque funciona, los tiempos del kit no son competitivos, ya que tarda entre 16 y 18 horas, cuando el resultado debe de ser inmediato” comenta Porcar, quien, por contra, destaca el trabajo relacionado con el cáncer: "tiene aportaciones muy relevantes". Por ejemplo, haber conseguido transformar seres vivos en instrumentos de diagnóstico "in situ e in vivo", es decir, haber desarrollado "un kit de detección de cáncer en el cuerpo". "Su aplicación clínica es muy clara: permitiría no solo la detección de la metástasis, sino su respuesta al tratamiento a partir de las información que transmita la orina del paciente", añade.
De momento, el trabajo es experimental y habría que observar si el mecanismo de acción se puede trasladar al cuerpo humano. Y medir otros aspectos, como el riesgo que supondría en las personas la infección inducida de bactodoctores. Con todo, los autores del trabajo ya están pensando en usar los microorganismos no solo para diagnosticar tumores, sino para curarlos.
FUENTE : elpais.com
29 de octubre de 2014
CREAN UNA HOJA SINTÉTICA QUE PRODUCE OXÍGENO.
Crean la primera hoja sintética capaz de generar oxígeno como lo hace una planta verdadera.
Un impresionante nuevo invento lleva un proceso del día a día de las plantas a su versión artificial. El científico Julian Melchiorri, del ‘Royal College of Arts‘ de Londres, ha desarrollado una solución para las situaciones en las que la falta de aire suponga un problema. Apodada como ‘Silk Leaf’, se trata de una hoja sintética capaz de generar oxígeno por sí misma.
Estas hojas artificiales funcionan en base a una proteína de seda integrada por cloroplastos, extraídos directamente desde las plantas.
Estos compuestos, encargados tradicionalmente de llevar a cabo la fotosíntesis, son los que permiten que este nuevo invento pueda convertir el agua, el dióxido de carbono y la luz en oxígeno. Un proceso que, además, se ve complementado por la seda, que permite estabilizar las moléculas orgánicas.
Esta es la primera vez que se presenta una hoja creada por el ser humano y capaz de realizar el proceso de fotosíntesis, por los que sus usos podrían ser extensos.
Este invento podría ser implementado en estructuras arquitectónicas, tanto en su exterior como interior, para complementar sus sistemas de ventilación y permitir la creación de más oxígeno que el que se consume.
Plantas en casa: filtros de aire naturales
Sin embargo, su utilidad no se quedaría sólo en la Tierra. La vegetación natural no puede crecer en condiciones de gravedad cero. Es por eso que las naves espaciales no albergan un jardín en su interior. Estas hojas artificiales podrían ser utilizadas para naves o estructuras de exploración espacial, escenarios donde podrían remplazar a las plantas que no pueden florecer normalmente por la gravedad cero, para la generación de oxígeno.
La ‘Silk Leaf’ se puede convertir en un componente indispensable de las llamadas ciudades ecológicas (o ciudades del futuro), por ejemplo, recubriendo las fachadas de los edificios y reciclando el aire.
FUENTE : diarioecologia.com
30 de julio de 2014
LA CIENCIA ARGENTINA SE DESTACA EN EL MUNDO.
La ciencia Argentina tiene cada vez más presencia en publicaciones mundiales
Las investigaciones realizadas íntegramente en el país tienen mayor lugar en las revistas científicas de prestigio internacional, debido al "incremento de presupuesto y de infraestructura para el área", afirmó elministro de Ciencia y Tecnología Lino Barañao.
De acuerdo con un estudio realizado en el Instituto Leloir sobre registros de la base de datos Scopus, durante la década del 90 se publicaron 38 artículos con participación de científicos de instituciones argentinas en Science y Nature, los dos journals internacionales de mayor tradición y relevancia.
Entre 2000 y 2009 la cifra aumentó más del doble y llegó a 86 y en lo que va de esta década ya son 70 los trabajos publicados, lo que sugiere que la cifra seguirá creciendo.
Además, "muchas de las investigaciones que llegan a las tapas de revistas o merecen comentarios elogiosos se hicieron integramente en el país; a diferencia de los de años anteriores, ya que los argentinos que realizaban sus trabajos en el exterior", indicó Barañao en diálogo con Télam.
El ministro adjudicó esa mayor presencia "al "éxito en las políticas de fortalecimiento" en materia de ciencia y tecnología, que permitieron "repatriar científicos", ya que ahora "las condiciones para trabajar en Argentina son tan buenas como en el exterior".
Barañao destacó que ahora "las líneas de investigación también son propias a diferencia de lo que sucedía antes, que los científicos traían al país líneas de pares extranjeros y las instalaban como si fuese una franquicia".
Otro dato diferencial es que "los investigadores más jóvenes tienen más antecedentes que otros, así como una mayor producción realizada integramente en el país", apuntó.
Barañao sostuvo que "hay cosas que ocurren espontáneamente cuando se aumenta el presupuesto: cuando al investigador se le da más fondos y equipamiento, se publica más".
"Lo que sí depende del Ministerio es fomentar ese conocimiento, ya que cuando un científico descubre algo -dijo-, lo que se pretende es aplicarlo para la solución de problemas concretos".
Ese punto fue ejemplificado por el ministro con la construcción de un laboratorio en la Universidad Católica de Córdoba, orientado a producir vacunas por vía oral que "no necesitarán cadenas de frío ni jerinas", a partir de las patentes desarrolladas por Hugo Luján, científico del Conicet.
Alberto Kornblihtt, investigador superior del Conicet en el Instituto de Fisiología, Biología Molecular y Neurociencias, señaló a la agencia CyTA-Instituto Leloir que "publicar en una revista de alto impacto no es la única manera de hacer ciencia que importa, pero constituye un gran honor".
El apoyo oficial "ha potenciado el alto nivel intelectual y de formación científica que ya existía en el país", afirmó José Manuel Estévez, director de un laboratorio de biología molecular y celular de plantas en el Instituto, que depende de la Universidad de Buenos Aires y del Conicet.
"El hecho de que desde nuestro país se publiquen artículos en revistas de alto nivel nos coloca en una mejor posición en el mapa de la ciencia y la tecnología dentro del ámbito internacional", afirmó Alejandro Schinder, jefe del Laboratorio de Plasticidad Neuronal del Instituto Leloir, quien firmó un trabajo en Science en 2012.
Para el bioquímico cordobés Gabriel Rabinovich, la publicación de un trabajo en revistas de tamaña envergadura representa "un triunfo de toda la comunidad científica que genera el entorno físico, material y de discusión adecuado para que ésto, a veces tan complicado, suceda".
Rabinovich llegó a la tapa de la revista "Cell" en febrero pasado gracias al descubrimiento de un mecanismo que bloquea los vasos sanguíneos que nutren al tumor y aumenta la respuesta inmune del paciente con cáncer.
FUENTE : DIARIO EL ARGENTINO